
Y es que según los autores del texto, «evaluar la práctica clínica debe permitir tener información sobre lo que hacemos y cómo lo hacemos y, si es necesario, cuáles son los aspectos a mejorar o cambiar. La evaluación nunca debe ser considerada como un sistema meramente de control».
Personas diagnosticadas de demencia con un plan de cuidados, Valoración de los pacientes diagnosticados de insuficiencia cardíaca, Registro de la valoración del dolor, Prevalencia de úlceras por presión o Valoración del riesgo de caídas son algunos de los indicadores que se proponen y que se han elaborado a partir de una amplia revisión bibliográfica. En total se han desarrollado 38 indicadores, que son un punto de partida para ir incorporando nuevos. La elaboración de indicadores que objetiven la aportación de las enfermeras y enfermeros a la salud de la población debe contribuir también a mejorar la seguridad de los pacientes en Cataluña, la calidad de esta atención y poder comparar varios resultados.